skip to main |
skip to sidebar
Mi adolescencia me la pase mirando el trasero de los demás para ver la marca de su jeans. Recuerdo que confieso con gran vergüenza, fueron momentos oscuros en que las personas y las marcas eran indisolubles. Desde entonces, para mi, la cosa ha cambiado mucho. Si bien, a un adolescente se le puede pasar por alto este detalle, que no es mas que la punta del iceberg de todo una enfermedad del individuo y la sociedad, no así a un adulto. No hay imagen mas lastimera que ver a una mujer o a un hombre con sus zapatillas Nike, sus jeans Levi´s o Calvin Klein y su camisa Tommy Hilfiger, etc. Peor e incomprensible es aun, cuando esto es acompañado con una bandera de EEUU, queriendo así, fundirse con las imágenes y conceptos que estas venden a través de sus millonarias campañas publicitarias, que permanentemente inventan y reinventan formulas convincentes para seducir a la gran masa, todas marcas que venden productos fabricados en países del tercer mundo en que las leyes son permisivas la mano de obra baratísima y las exenciones impositivas llueven del cielo. Cualquiera pueda esgrimir los argumentos mas convincentes para justificar su estilo de compra-vida, pero no podrá tapar el sol con su dedo. Poder de las marcasTaller de trabajo esclavoFactori worker conditiions
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire